Vivimos en el mundo de las conversaciones, las propias, las ajenas, las conjuntas. En medio de la pandemia, me he podido dar cuenta que existen personas que conversan desde la desgracia, la carencia y lo negativo y otro grupo que conversan desde la posibilidad, la reinvencion y lo positivo. Pero hoy no quiero escribir sobre las conversaciones externas, hoy quiero reflexionar sobre las conversaciones internas, esas voces que tenemos y que pueden igual hablarnos desde la carencia o desde la abundancia, desde lo posible o desde lo imposible. Tenemos que ser conscientes que todo aquello que pensamos lo materializamos, al exterior brota todo aquello que inunda nuestro interior, y es por eso que debemos cambiar de observador. No está mal tener pensamientos negativos, lo malo es permanecer sumergidos en ellos y que estos sean los que hablen más fuerte. Debemos recordar que somos los escritores de nuestro cuento, así que podemos reinventarlo dia a dia, podemos cambiarlo, y escribir ...